domingo, 31 de agosto de 2008

SC-16 (hacer tope)

SC-16Llega el último fin de semana de agosto, y debíamos haber ido a Barx (Valencia) a hacer la sima Pablo Puchol (A-10), pero andamos un poco agobiados, unos con el trabajo, otros con la vuelta al trabajo, y para culminar, a mí (rover) me empiezan a doler los golpetazos que nos hemos metido en las cuevas anteriores... al final decidimos descansar.

Peeero... Juanfe y Pedrito no pueden estarse quietos, así que deciden irse a la SC-16, una simita muy maja de la Muela de la Madera, de 86m de pozos, incluso con una estrechez en medio, para acabar en un río muy gateroso y mojado a ratos, y que tras unos cientos de metros acaba en una cota mucho más baja, a más de 200m de profundidad. Hace unos meses Pedro y yo estuvimos y nos quedamos con las ganas de llegar hasta el final y hacer tope (bueno más bien Pedrito se quedó con las ganas, pero yo le hubiera acompañado hasta el final, que conste...). El caso es que era domingo y se nos hacía tarde, así que nos dimos la vuelta haciendo la promesa de volver y llegar hasta el final.

notita en la SC-16Pues nada, aquí están estos dos kpuyos sin mí, en esta chulada de cueva, que pasados los pozos es cuando deja ver las bellezas que esconde. Primero se convierte en una galería por la que discurre un riachuelo, se torna gatera con agua por el suelo en varios puntos, en los que la gente suele desistir y darse la vuelta, pero si resistes los dos primeros pasos (que son cortos y que con cuidado no te mojas) te encontrarás con multitud de formaciones blancas y hermosas excéntricas, que nada tienen que ver con la sobriedad de lo que son los pozos de la sima.

Esta vez Pedrito va con su flamante nueva cámara y sí que inmortaliza estas maravillas, no como la última vez, que ambos nos las dejamos en el coche o en la base de los pozos. Total, que llegaron hasta el final, vieron por el camino las notitas que los exploradores originales de la cueva se dejaban entre ellos, y que como podéis observar se lo pasaron bastante bien ;-)

Al final la cueva se convierte en un laminador de pocos centímetros, por el que Pedrito se empeñó en que tenía que caber, pero no cabía claro, y tras un rato dando golpes con una piedra se convenció de que era inútil seguir. Eso sí, quiere volver y desobstuir... os mantendremos informados. rover

lunes, 25 de agosto de 2008

Artazul y Cueva de la Leze

Este verano nos apetecía hacer unos barranquitos, así que nos decidimos por el Artazul y el Licebar en Navarra. Otros katiuskas los han hecho recientemente, y se supone que tenían poca agua o que están secos, así que nos decidimos a hacerlos. Esta vez estamos Fernando del GEGET, Juanfe, Nuria y yo (rover). Dormimos en mi casa en La Rioja, puesto que yo estaba de vacaciones allí y más o menos al resto le pillaba de camino a Navarra, que es donde están los barrancos.

ArtazulNi cortos ni perezosos, nos dirigimos al nacedero de Arteta, donde acaban ambos barrancos, a dejar uno de los coches, para luego ir al comienzo del Artazul, que yo reconocí de inmediato, puesto que el año pasado con los otros katiuskas intentamos hacer el Artazul en Semana Santa, que tras lluvias torrenciales e inundaciones estaba a rebosar y tuvimos que abortarlo tras los primeros rápeles. Esta vez tiene un poco menos de agua: nada, está seco por completo, si exceptuamos las pozas de agua verde y negra llenas de renacuajos... Daba un poco de asco, pero nos acabamos tomando nuestra dosis para todo el año de L-caseis-inmunitas y demás familia de bacterias...

La sorpresa estaba al final del barranco, en el último rápel, que es el más largo, de 40-42 metros, para el que llevábamos dos cuerdas de 45 y 47 metros. Pues bueno, las cuerdas no llegaban: ambas habían encogido bastante, una se quedaba a medio metro del suelo (justito para poder bajar sin problemas) y la otra a 3 metros!!! A la vuelta ya en casa Juanfe las midió y confirmó el encogimiento... ¡hay que revisar, medir y re-etiquetar las cuerdas!.

Después del Artazul se supone que teníamos que subir por una sendita al Licebar, que acaba junto al Artazul, pero los L-caseis y las cuerdas encogidas nos quitaron las ganas, así que nos dirigimos al coche, y a nuestro destino, Egino (País Vasco), donde mañana haríamos el barranco-cueva de La Leze.

La Leze

Llegamos de día y con tiempo suficiente para hacer la prospección habitual de iglesias con pórticos para dormir, e incluso para ir a ver la salida de la cueva de la Leze. Con los deberes hechos para el día siguiente, fuimos a buscar un bar, a tomar algo y que Fernando pudiera comprar tabaco, se le había mojado en el Artazul, y necesitaba repuestos urgentemente. La cosa no resultó sencilla, Egino no tenía bar, el más cercano estaba cerrado, y los pueblos de los alrededores tampoco tenían... acabamos en un pueblo cercano de Navarra, que tenía un único bar.

La LezeAl día siguiente tras desayunar en el merendero que hay junto a La Leze, comenzamos a subir por la senda que sale a la izquierda de la boca. Hay que subir toda la montaña y bajar al otro lado, donde está otra boca igual de grande o más que la salida, un gustazo para la vista. El camino se hace entre 1h y 1h45', nosotros lo hicimos en 1h30' parando un par de veces, la subida es bastante dura, y cuando llegas arriba hay que bajar todo lo que has subido... muy empinado. Bonito es un rato largo, es un bosque muy cerrado, todo lleno de musgo verdísimo.

La cueva es una perita en dulce... es un auténtico y genuino barranco, con bastante agua todo el año, que discurre por una cueva, con una única y amplia galería de techo altísimo por la que va el río. La travesía se hace corta, para cuando te quieres dar cuenta, en hora y pico, ya estás viendo luz natural, aunque todavía faltan bastantes rápeles, la boca de salida es grandísima, y entra luz bastante antes de llegar a la salida. Realmente, una chulada. rover

domingo, 17 de agosto de 2008

Torca Fría-Lobo y Sopladoras-Agua

Hace tiempo que teníamos pendiente hacer la travesía de Lobo y la de Sopladoras, en Asón (Cantabria), pero por una u otra causa las hemos ido dejando.

Torca Fría-LoboPero este agosto nos desquitamos, y el fin de semana pasado hicimos ambas travesías con nuestros amigos del GEGET Fernando, Javi y Muñeco, además de los katiuskos Juanfe, Nuria y rover.

El viernes nos dirigimos a la pista de Torca Fría y Lobo, pero el coche de Javi no subía la cuesta (empinada y con arena/piedras sueltas), así que dejamos los tres coches en la parte de abajo. Total, por el camino que sabíamos hacer nos ahorraba unos 10-15 minutos, porque en seguida llegas a unas casas donde la pista desaparece y se convierte en senda. Hacía un día estupendo, ni demasiado calor ni demasiado frío, y todos menos yo (rover) se pusieron el mono interior, pero yo lo tenía muy claro: una subidita empinada de más de una hora iba a ser demasiado calor, así que gayumbos de cueva, camisetita ligera y ya. Vaya cachondeo que se trajeron estos kpuyos con mis pintas, pero bien que se quitaban luego ropa cuando empezaron a pasar calor. Luego llegas al bosque cerrado no hay sol y hace menos calor, pero sigues andando sin parar... tienes que encontrar uno de los dos pasos que hay para subir a la parte de arriba de la montaña, encontramos el primero, que era bastante empinado, y tras mucho escalar llegamos al prado donde están las bocas de Cueva Fría y Torca Fría. Desde arriba de la montaña teníamos una vista estupenda de todas las pistas que nos hubieran acercado más al bosque, ains... para la próxima será. Un descansito para comer, y al tema.

La cueva comienza con unos cuantos pozos, una chimenea ascendente en la que alguno se atascó un poco, y después es toda ella un meandro desfondado, oposición tras oposición, pero se nos dio bastante bien, yo odio los meandros desfondados y a pesar de todo no he tenido pesadillas... los que ya conocían la cueva dijeron que varios de los pasos delicados están ahora equipados con pasamanos quitamiedos, que se agradecen mucho :)
Tras unas cuantas horas llegamos a la salida de Lobo, toda llena de hojas, es el mismo bosque que antes, y ahora lo tienes que bajar a cholón, pisando el manto de hojas y con cuidado para no bajar de golpe, jejeje.

Sopladoras-Cueva del Agua

Al día siguiente, sábado, aparcamos los coches junto al Bar Coventosa, y remontamos el barranco que lleva a Munio y Sopladoras. Con la lección aprendida del día anterior, unos cuantos me siguieron en mi empeño de no hacer caminatas de horas en agosto con el mono interior, y se pusieron camisetas y pantalones de montaña o chándal; los frioleros profesionales siguieron con el mono interior ;-)

Sopladoras-AguaLa boca de Sopladoras está en todo el río, elevada unos metros en la pared, que con ayuda de una cuerdecilla muy maja que hay fija se sube bien. La travesía es más o menos acuática, se supone que te mojas, así que casi todos eligieron ir con botas de goma tipo katiuskas, excepto Nuria y rover, que fuimos con nuestras botitas cutrefactas/baratas "de barrancos" (ains, con lo majas que son las 5-10)... la cueva tiene un montón de pocitas y resaltes que van por el río, y tuvimos que hacer virguerías para no mojarnos los piececitos, y lo conseguimos, pero a medida que íbamos progresando por la cueva acabamos mojándonos en los sitios más tontos. Daba igual, porque un poco más adelante, ya casi en la salida de la Cueva del Agua, te mojas por la cintura en un laguito que hay que cruzar, y que no hay forma de saltárselo. Los majetes estos con los que íbamos se rieron un rato de nosotros "¿pero qué esperábais en algo que se llama Cueva del Agua?", lo que hay que aguantar...

La salida de Cueva del Agua, muy chula y muy acojonante. Sales en una pared casi vertical, desde la que se ve todo el valle de Asón, el Bar Coventosa y las casas de al lado del tamaño de casitas de monopoli... y hay que ir tó p'abajo, zigzageando como puedes por el bosque de helechos de 2m de altura que tapiza toda la montaña. Fernando iba "abriendo huella" en los helechos, y acabó con calambres en las piernas. Nos reímos un rato, por no llorar, porque llovía un poco, y los helechos te llevaban por donde querían ellos y no por donde querías ir tú... menos mal que te agarrabas a ellos y resultaron ser muy resistentes, si no, llegas abajo del valle en un momento.

Cuando llegamos abajo, no pudimos resistir la tentación, y nos dimos un homenaje en el Bar Coventosa, chuletones a tutiplen que nos hizo Margarita, todo muy bueno como siempre.

Al día siguiente, domingo, queríamos hacer la Gándara, pero entre pitos y flautas, nos liamos a hablar con los de Información del pueblo de la Gándara, nos fuimos a ver el nacimiento del río Gándara, acabamos enriscados entre helechos (cómo no) y al final entramos en la cueva de Los Santos/Becerral/Hazatraviesa a echar un vistazo, tal como íbamos, casi sin luz, con un frontalillo malo y el flash de un móvil. rover

martes, 12 de agosto de 2008

Gorgas Negras y Oscuros de Balcés

Pues sí, finalmente le pusimos fecha y salió. Vanesa, Agus, Chechu (Metano) y servidora (la eva) le plantamos cara a las frías pozas del barranco rey en Guara, o, al menos, eso es lo que dicen. La jornada empezó muy pronto, y es que hay que madrugar porque para llegar a él hay tres ricas horas de aproximación, que bajo el sol pueden ser demoledoras en pleno agosto.

Las cosas, a veces no salen como uno las planifica. En el grupo contábamos con Ruli y Esther, pero al final causaron baja y tuvimos un alta inesperado, Juan, un madrileño solitario que buscaba compañía en la plaza de Rodellar a las 7 de la mañana… ¡cómo decirle que no! Además resultó ser de esas personas que te hacen agradable la actividad porque iba disfrutando desde el primer salto hasta la última badina (que no badana, eh Agus?)

En dos horas y media estábamos plantados en las orillas del Gorgas deseando meternos en el agua. El principio del cañón es impresionante, yo diría que mágico. Es como un decorado de cartón piedra con aguas transparentes y verdes y unas pozas redondeadas, perfectas. Es de esos lugares donde miras adelante y miras lo que vas dejando atrás porque te parece un espejismo. A medida que avanzas no puedes evitar también mirar arriba, las paredes se extienden al cielo y es cuando te das cuenta de lo pequeñito que eres y de lo grande que es el barranco.

No es un cañón muy técnico, apenas 6 o 7 rápeles, casi todos saltables (que se lo digan a Metano) y con un agua tan clara que resulta difícil no ver dónde pisas. Pero es un barranco que pone a prueba tu paciencia para nadar y andar. Largas badinas (que no badanas), algunas de ellas frías y largos pasos andando. Simplemente, hay que poner el piloto automático, darle la espalda al agua y relajarse mirando al cielo. El bote estanco te hace aquí la vida más fácil.

Terminamos el barranco muy enteros, a pesar de ser una jornada larga en el agua. Y a una hora muy prudente, las 7 de la tarde. Nos tomamos una cervecita con Juan que se marchó del tirón a Madrid. Y los cuatros jinetes del Gorgas nos fuimos a reunir con el resto de la pandi: los rulis, los caris y Josemi con su hijo que habían hecho el Gorgonchón ese día. Con otra cervecita en la plaza del pueblo, planificamos el barranco del día siguiente.

Los Oscuros de Balcés

El domingo madrugamos, aunque no lo suficiente, para adentrarnos en los Oscuros de Balcés. Es un barranco corto, pero muy acuático y divertido. Nos juntamos diez personas, dejando a Josemi y a Esther en el campamento base. Josemi con una contusión en un tobillo, después de un salto en el Gorgonchón el día anterior, y Esther con dolor de ovarios, mayormente.

La aproximación es muy bonita, pero íbamos un poco asustados viendo la cantidad de gente que pensaba hacer el barranco a la par que nosotros. Menos mal que luego fuimos avispados y nos adelantamos a los grupos, progresando por el cañón a nuestras anchas.

Los Oscuros de Balcés tiene un comienzo a base de un gran caos de bloques que te impiden ver la continuación del barranco entre piedrolo y piedrolo. Pero es divertido y curioso, aunque con gente puede resultar un poco estresante.

Superado esto, el cañón te ofrece un sinfín de pasos, pequeñas cuevas y saltos hasta llegar a un pasadizo donde no entra la luz, el agua está muy fría y el silencio la quietud son protagonistas….pero merece la pena porque es un recorrido impresionantemente bonito. A estas alturas ya habíamos conseguido ser los primeros en el descenso y lo estábamos disfrutando solos, muy agustito.

El final del barranco fue una fiesta de saltos en unas pozas limpias que nos permitieron jugar un rato como los niños chicos. Y si no que se lo digan a Quique, el hijo de Josemi, que se portó como si hubiera hecho barrancos toda la vida. Es más, las malas lenguas dicen que Metano lo usó durante todo el recorrido lanzándolo el primero para probar la profundidad de las pozas.

Remontamos el camino al parking por un sendero entre sombras y soles a las 2 de la tarde que se nos hizo muy duro por el calor, pero finalmente llegamos a los coches donde Josemi y Esther nos esperaban. Esta vez los churrasquitos no se quemaron, que ya le van pillando el punto a esto del sol.

Los que teníamos que volver a Madrid nos hicimos los remolones hasta las 5 de la tarde y se quedaron los que están empezando sus vacaciones (¡qué puñetera envidia!), los caris, los rulis y Josemi. Espero que hicieran algún barranco más por allí y se decidan a relatarlo. Eva

lunes, 11 de agosto de 2008

Piscarciano y Níspero

Después de más dos semanas en superficie por una conjuntivitis de nada, por fin me toca espeleo. La peña está en su mayor parte de vacaciones, o bajo tierra permanente como Pedrito (explorando por Picos de Europa, ese sí que sabe), así que quedamos Juanfe, Nuria y yo (rover) aquí trabajando al frente del país... pero los findes... ¡nos vamos de cuevas! :-)

Esta vez toca Burgos, a hacer el Piscarciano, la cueva del barro. Llegamos hasta la pista privada que lleva a las cuevas, y efectivamente, hay una gran puerta cerrada y letreros de "finca privada", así que dejamos el coche fuera y entramos andando por el lateral de la puerta, que está acondicionado para que entren los coches sin abrir la puerta (??). No es buena idea entrar con el coche, los dueños tienen bastantes malas pulgas, puedes entrar andando y que te coman sus perros y no pestañean, pero si oyen un coche se ponen a gritar y a amenazar con llamar a la policía... Y vista la aproximación, hemos llegado a la conclusión de que el mejor camino para ir a la cueva NO ES ESE. A la pista que pasa junto a la cueva se puede entrar por otro sitio, aunque hay que investigar si es viable o hay que dejar el coche en la carretera, pero en cualquier caso ese recorrido es más corto que por el otro lado.

Nos perdimos un rato jugando con mi GPS, teníamos dos coordenadas, una del libro de Puch y otras del Edelweiss, y claro, las de los libros suelen estar casi siempre mal (cogerlas de mapas es lo que tiene, que los libros de Puch están muy bien, ehhh!!), y las de los clubes por el contrario suelen estar muy bien... pues bien, como se puede observar en el planito siguiente, los del Edelweiss esta vez han equivocado el Datum o algo porque ni siquiera se acercan, te llevan a los pinchos en todo el medio del monte. Eso sí, si sigues la senda que hay te lleva a la cueva, sin GPS ni nada :-)
Ver mapa más grande
El problema igual es que si no conoces la cueva te mentes por donde no es, porque el Sistema del Piscarciano tiene tres cuevas: Piscarciano, Vacas y Arenas, y las tres son bocas gigantescas por las que le apetece meterse a cualquiera, pero la del Piscarciano es la escondida entre la vegetación...

La cueva nos gustó mucho, aunque tiene barro para aburrir, hay varios pasillos en los que no hay escapatoria, tienes que armarte de paciencia y ver cómo se te hunden los pies en el barro hasta casi rebosar la bota de goma... ¡las katiuskas no son opcionales en el Piscarciano! En un par de puntos si no tienes suerte por dónde pisas te hundes más de la cuenta y te entra agua a la bota, pero al final los pasos barrosos hasta resultan divertidos. Tiene un pocito de unos 15m (hace falta cuerda de 35m y 8 chapas, hay un pasamanos hasta la cabecera), y unos cuantos resaltes "divertidos" con cuerdas de nudos, salas grandes, muy grandes, gours... una chulada de cueva.barro
Salimos pronto de la cueva, así que nos metimos por la boca de la Cueva de las Vacas, que está allí mismo (es la tocha que se ve desde la carretera), y a los 15 minutos o así salimos por la boca de la Cueva de las Arenas, que está un poco más allá, es la más cercana a los chalés. La mini-travesía también merece la pena, tiene una destrepada de 4m al principio, un poco de caos de bloques, y luego salas y pasillos con suelo llano, para acabar en una sala impresionante de grande que es, en la que se ve la calle al fondo a través de la boca, bien grande, y en la que hay un gigantesco embudo por donde se sume toda el agua cuando hay tormentas.

Como aún era de día, nos fuimos pitando a Orbaneja del Castillo, donde está nuestra cueva de mañana, la Cueva del Níspero, una cueva con agua.

El pueblo está en el cañón del río Ebro, con unas vistas de las paredes del cañón chulísimas. En medio del pueblo, que está pegado a una de los paredones del calón, está la Cueva del Agua, por la que sale un río de agua cristalina, que cruza todo el pueblo para terminar en unas cataratas chulísimas con gours. El pueblo en sí es de postal, y las vistas desde todas partes son alucinantes. La Cueva del Agua está acondicionada (unos focos y poco más) para la visita turística (1 euro), y como la última riada se llevó las vallas nos pudimos colar para verla (ya no había visitas). Hasta que llegas al riachuelo, que se cuela por una grieta, la cueva es de galerías cómodas y suelo muy liso con alguna piedra suelta, en ese punto se convierte en un meandro y acaba por sifonarse y convertirse en territorio de espeleo-buceadores.barroDormimos en el pórtico de la iglesia del pueblo, que resultó ser el único sitio del pueblo donde los jóvenes hacen botellón, aparecieron a las 4 de la mañana y nos dieron la noche hasta que se fueron... los pobres cabrones (no nos dejaron dormir) no tienen ni otro sitio donde hacerlo ni tampoco papeleras para echar la basura (es increíble pero no hay ni contenedores, que están abajo en la carretera y bien lejos), así que para no dejar pruebas de sus fechorías lanzan las botellas a las huertas de debajo de la iglesia...

Nos levantamos y nos fuimos a desayunar a la entrada del cementerio, que es donde está la Cueva del Níspero. La aproximación es una senda que sale por la derecha del cementerio, y lleva directamente hasta la boca. Es un poco empinada en un par de puntos y hay pinchos por todas partes, pero es muy cortita. Nuevamente, las coordenadas que teníamos estaban requetemal, y llevaban a 100m de donde estaba la cueva... en medio de un monte de pinchos, pabernosmatau si le llegamos a hacer caso al GPS. También hay que tener en cuenta el pedazo de paredón donde está la cueva, que te quita la cobertura de la mitad de los satélites (40m de error me daba), me tuve que alejar un poco de la pared, bajando por la senda, para conseguir un error decente, de 5m.

La cueva en sí al principio tiene unos laminadores agachados y barrillo, pero son cortos. Luego hay un meandro que hay que seguir, con subidas y bajadas, hasta que llegas a los lagos. Hay unos cuantos, y los primeros sobre todo son de nadar. En algunos tramos parece que se puede evitar mojarse, incluso hay un cable de acero en algunos puntos, pero nosotros no nos complicamos, íbamos con nuestro neopreno a disfrutar. Eso sí, hasta que llegas al agua te pegas una sudada buena, y el neopreno sin mojar es más rígido de la cuenta para hacer oposición por meandros, menos mal que este no es muy complicado... Cuando llegamos al primer lago nos pusimos la chaqueta (yo estaba muerto de calor, me puse sólo una camiseta de licra), y al agua, que estaba fría, fría, helada. Los lagos son cortitos, y como sólo nadas en los primeros lagos y no paras de andar yo no pasé nada de frío sin la chaqueta del neopreno. La salida, muuucho mejor que la entrada, el neopreno mojado mejora un montón, se nos hizo muy corta :) rover

viernes, 1 de agosto de 2008

Ordesa

Después de 5 meses sin dar señales de vida los astros vuelven a coincidir en su camino con la luna y yo aparezco en el club. Y de la mejor manera, con una escapada de 3 días a Pirineos para hacer mis primeros barrancos.
Aprovechamos que el 25 era fiesta en Madrid para irnos el jueves por la tarde en un coche 4 personas con sus respectivos equipajes: Isaac, Vane y Leticia del GIS y yo. Menos mal que Isaac llega hasta el nivel 9 del Tetris, porque sino hubiera sido imposible meter todos los bultos en el maletero.
Afortunadamente el viaje fue corto y sin caravana. A la 1:30 estábamos cenados y con las tiendas montadas en el camping de Oto.
La aventura empieza el viernes nada más despertarnos, a nuestro vecino del camping le molesta nuestra tienda y nos hace desplazarla 3 metros….
Empezamos con el primer barranco “El Furco”, allí nos esperaban los Rulis acompañados de Trancas & Barrancas. A pesar de su corta extensión fue muy divertido, algún salto, un par de rapels, croquetas y pequeños toboganes con trencitos incluidos.
Después de comer, con los Caris y la Beni incorporados, hicimos “Las Gloces”, al lado de Fanlo. Este era corto pero también muy divertido y con un entorno espectacular.

Esa misma noche nos juntamos de nuevo para ir a las fiestas de Fraguen Rock…. Un pueblo fantasma, el aparcamiento lleno de coches y ni Dios en la calle ¿Dónde se habían metido los propietarios de todos los coches??? En vista de que no encontramos ni un bar decidimos volvernos locos, fuimos al psicólogo (Isaac, a pesar de tu insistencia te prometo que no llevo las uñas pintadas de rojo), nos hicimos caricaturas y nos convertimos todos en ovejas… ¿verdad? Ruli. Y nos os quiero contar nada de Charo cliqueando….. te partes…

Ahora empiezo a entender el porqué de mis pesadillas…….(Soy Isaac, queria explicar esto algo mejor, aqui la amiga solto un grito a eso de las 4 de la mañana... que nos acojono a todos, sobre todo a la pobre Leti, luego por la mañana todo el camping la señalaba con el dedo la llamaban la niña del exorcista, queda aclarado el tema, gracias, continua...)

Después de encontrarnos a nosotros mismos, la plaza del pueblo se había llenado ¿y de donde había salido toda esa gente??? Creo que la respuesta está en el mago, que por cierto, era buenísimo. No dejaba títere con cabeza y sino, preguntad a Leti o al Nepalí…

El sábado por la mañana nos fuimos a San Nicolás de Bujaruelo para hacer “Lapazosa”. Después de una dura aproximación sin parar de 45 minutos (de lo cual Isaac puede estar orgulloso) conseguimos llegar. Había bastante gente en el barranco, esto hizo que al final se hiciera un poco largo, pero a pesar de eso también fue muy divertido incluso sin haber podido hacer el último tobogán por problemas tésnicos. Me queda pendiente para la próxima vez.
Esta noche nos juntamos todos para cenar incluidos Nuria y Juanfe que venían de hacer el Vignemale Esta noche no tuvo tanto éxito, aunque si hubiera sido por Vane todavía estábamos en las fiestas de ese pueblo fantasma….

Al día siguiente pensábamos haber hecho otro barranco pero a mi me dolía la rodilla y Leti no paraba de echar mocos, así que decidimos hacer el perro por Torla hasta que cogimos el coche regreso a casa.

Después de esta primera experiencia, esto no ha hecho nada más que empezar!!!!

Y todo, gracias a vosotros y a vuestra paciencia.
Ines.